Literalmente SQUIRT se traduce como “chorro”, que es un término que deja poco a la imaginación, Squirting es una reacción de la vagina en forma de líquido cuando se encuentra en estado de máxima excitación. Puede que alguna vez te haya pasado y hayas pensado que te habías hecho pis de tanto placer.
Aunque aún hay muchas dudas en el entorno científico, se cree que entre el 10 y el 55% de las mujeres pueden experimentarlo. Es decir, es normal que suceda, pero también es normal que no.
El squirt proviene de la vejiga vía uretra o glándulas de Skene, todo suena poco sexy, pero la realidad es diferente. El 80% de quien ha experimentado indistintamente dice que es una sensación muy gratificante y liberadora.
En teoría podrías llegar al squirt únicamente estimulando el clítoris, aunque la combinación ganadora es el eje clítoris – vagina – uretra. Una buena manera de investigar es de rodillas estimulando por un lado el punto G y por otro el glande del clítoris (algunos juguetes sexuales pueden ser de gran ayuda). Las sensaciones al hacerlo marcarán el ritmo hacia el placer. Si aparecen las ganas de orinar, ¡no pares! Estás más cerca de conseguirlo. Se trata de una experiencia muy sensorial, por lo que hay que estar muy atentas a lo que va pidiendo el cuerpo y dejarse fluir.
Lo importante, al final, es disfrutar, descubrir nuevos puntos de placer y ver qué pasa. El squirt puede llegar… o no. Y puede que cuando suceda sea de forma involuntaria. No hay nada de malo si lo consigues y lo mojas todo, pero tampoco si tu cuerpo disfruta sin semejantes artificios.